La Ley de la Segunda Oportunidad es una vía para limpiar el historial crediticio y recuperar la capacidad financiera.
La Ley de la Segunda Oportunidad es un mecanismo crucial para personas físicas, autónomos y empresarios que se encuentran en situaciones de sobreendeudamiento insostenibles. Este procedimiento permite, con el asesoramiento adecuado, no tener que pagar las deudas para comenzar de nuevo sin el lastre de un historial crediticio negativo. Un punto clave y muchas veces desconocido es que, una vez finalizado el procedimiento concursal, los beneficiarios de la ley salen de las listas de morosos, como ASNEF, lo que les permite reconstruir su expediente crediticio y recuperar el acceso a nuevas oportunidades de financiación.
Salir de las listas de morosos: un paso hacia la normalización financiera
Uno de los mayores beneficios de la Ley de la Segunda Oportunidad es la posibilidad de ser excluido de las listas de morosidad, como ASNEF o RAI, tras la obtención de la exoneración del pasivo insatisfecho (EPI). La inclusión en estas listas, motivada por el incumplimiento de obligaciones de pago, tiene consecuencias devastadoras para los afectados: la denegación de crédito por parte de bancos y entidades financieras, la negativa a otorgar financiación de bienes de consumo, e incluso restricciones para acceder a servicios básicos o firmar contratos de arrendamiento.
Para los autónomos y empresarios, salir de estas listas es crucial. Volver a tener un historial crediticio limpio se traduce en la oportunidad de reanudar su actividad profesional o emprender nuevos negocios. Al desaparecer las anotaciones de morosidad, aumenta su posibilidad de acceso a nuevas líneas de financiación, imprescindibles para establecer un nuevo proyecto o reestructurar el existente. La exclusión de estas listas permite retomar negociaciones con proveedores y clientes, restableciendo la confianza en la solvencia del emprendedor.
A las personas físicas, igualmente, se les abren las puertas, de nuevo, para poder solicitar préstamos o poder realizar compras financiadas a plazo, algo que mientras se esté incluido en una lista de las conocidas como morosos no es posible.
La importancia para los autónomos y empresarios: un nuevo comienzo
La Ley de la Segunda Oportunidad tiene un impacto particular en autónomos y empresarios. Muchos emprendedores, especialmente tras la pandemia de COVID-19, han visto sus negocios afectados de manera drástica, llevándolos a un punto de insolvencia. El fin de la moratoria concursal ha dejado expuestos a numerosos negocios en situación de insolvencia técnica o con patrimonio neto negativo, sin recursos para salir adelante.
Una vez completado el procedimiento concursal y eliminadas las deudas, los empresarios pueden volver al mercado sin la mancha de morosidad en sus historiales. Nadie sabrá, salvo en su oficina bancaria, que usted estuvo en una lista de morosos. Esto les permite acceder a crédito para impulsar nuevos proyectos o para reestructurar los existentes, ofreciendo una verdadera «segunda oportunidad» no solo para sus finanzas personales, sino también para la creación de empleo y el desarrollo económico.
Personas físicas: acceso a bienes y servicios esenciales
No solo los empresarios se benefician de un expediente crediticio limpio. Para las personas físicas, la exclusión de las listas de morosos representa la posibilidad de recuperar el acceso a financiación para bienes de consumo, como vehículos, electrodomésticos, o incluso viajes y servicios educativos. Estos bienes y servicios, en muchas ocasiones, son esenciales para mantener una calidad de vida adecuada.
En el contexto actual, la economía gira en torno a la capacidad de acceder a financiación para adquirir bienes y servicios de forma escalonada y a plazos. Para aquellos que han sufrido una situación de insolvencia, la oportunidad de comenzar de nuevo con un historial limpio marca la diferencia entre mantenerse en una situación de precariedad o reconstruir su vida con estabilidad económica.
Conclusión
En resumen, la Ley de la Segunda Oportunidad no solo permite la cancelación de deudas insostenibles, sino que también ofrece la posibilidad de eliminar las anotaciones en listas de morosos, abriendo la puerta a un nuevo comienzo financiero. Este beneficio es crucial para autónomos y empresarios que desean volver a emprender, así como para personas físicas que necesitan acceder a bienes y servicios esenciales. La ley se presenta, por tanto, como un mecanismo eficaz para la recuperación económica y social de aquellos que han atravesado momentos difíciles, brindándoles verdaderamente una «segunda oportunidad».
Pedro Fernández Manso
Experto en LSO, asesoría empresarial, derecho concursal y reestructuraciones
Abogado Colegiado ICAO 5531
Economista Colegiado CEA 1441