La falacia del gasto en asesoría: contratar azafatas para un avión sin piloto.
En el mundo empresarial, muchas veces se cae en la trampa de confundir gastos necesarios con inversiones estratégicas. Un caso clásico es el de las pequeñas y medianas empresas (PYMES) que destinan recursos a mantener una asesoría contable y de seguridad social, pero descuidan la contratación de expertos legales y financieros que les ayuden a determinar políticas clave y prevenir riesgos. Es como gestionar un avión con un equipo de azafatas perfectas, pero sin un piloto que sepa cómo manejarlo en situaciones críticas. Volando de la forma más eficientemente posible y previendo posibles incidentes. No hay nada más rentable para un empresa que evitar el coste de los errores. Como decía Warren Buffett: “La regla núm. 1 de un negocio es no perder dinero. La regla núm. 2 es nunca olvidar la regla núm. 1”.
La asesoría contable: ¿Es suficiente para pilotar una empresa?
En muchas empresas, se percibe como absolutamente necesario contar con una asesoría contable para gestionar la contabilidad diaria, las nóminas y la seguridad social de los empleados. No hay duda de que estos aspectos son vitales para el funcionamiento básico de una organización. Sin embargo, cuando este tipo de asesoría es lo único que se contrata, la empresa corre el riesgo de enfocarse únicamente en tareas administrativas y dejar de lado decisiones estratégicas que pueden determinar su éxito o fracaso en el futuro.
Tal como en un avión, donde las azafatas cumplen una función vital para la comodidad y seguridad de los pasajeros, la asesoría contable es crucial para el funcionamiento diario de una empresa. Pero si surge una turbulencia económica, o peor aún, una crisis financiera, las habilidades de las azafatas no bastan para salvar el avión. Para esto se necesita un piloto que sepa cómo maniobrar en momentos críticos, que entienda las variables y los riesgos y que pueda tomar decisiones acertadas para mantener el vuelo en curso. Incluso que sepa como evitarlo en todo o en parte, siendo aún más beneficioso para la empresa que cualquier solución que se pueda aplicar cuando el problema ya está encima.
El piloto empresarial: expertos legales y financieros
El piloto de esta analogía es el experto legal y financiero, una figura muchas veces ignorada hasta que es demasiado tarde. Este profesional es el que tiene la capacidad de ayudar a las empresas a diseñar políticas financieras sólidas, prever riesgos legales y preparar estrategias para el futuro. A diferencia de la asesoría contable, cuyo foco está en la gestión de lo cotidiano, el experto legal-financiero se encarga de mirar el panorama completo y de anticiparse a las turbulencias que puedan presentarse.
¿Por qué contratar un piloto cuando parece que el vuelo va bien? Porque no basta con gestionar lo evidente; es necesario prever lo inesperado. Un experto legal puede ayudar a la empresa a:
- Evaluar los riesgos contractuales y evitar litigios futuros.
- Optimizar la estructura financiera para maximizar la rentabilidad.
- Asegurar el cumplimiento normativo y evitar sanciones costosas.
- Identificar oportunidades de inversión y de expansión segura.
Mientras que la contabilidad y la seguridad social son obligaciones diarias, el asesoramiento estratégico y legal tiene un impacto directo en el éxito a largo plazo de la empresa.
Retorno de la inversión: más alto de lo que parece
Algunas empresas pueden ver la contratación de un asesor financiero o legal como un gasto adicional, pero en realidad es una inversión con un alto retorno. Un experto en estas áreas puede generar ahorros sustanciales en diferentes frentes:
- Evitar errores costosos: Un mal contrato o una mala estructura de financiación pueden causar pérdidas significativas, incluso la quiebra.
- Maximizar oportunidades: El asesor legal-financiero puede encontrar caminos más rentables para la inversión, optimizar el uso de recursos y proteger el patrimonio empresarial.
- Reducción de riesgos: Anticiparse a posibles conflictos o crisis legales ahorra en litigios y sanciones.
Por ejemplo, un error común es no prever los costos legales de un contrato mal redactado o de una estructura tributaria inadecuada. Estos errores pueden derivar en conflictos judiciales, sanciones o pérdidas que superan con creces el coste de contar con un asesor especializado.
La seguridad de contar con ambos: azafatas y pilotos
Así como en un avión es importante contar con un equipo de azafatas que atienda a los pasajeros, también lo es tener a un piloto experimentado que guíe la nave. En la empresa, el piloto es el experto legal y financiero que, además de resolver crisis, actúa como preventivo: diseña estrategias que aseguran la estabilidad y rentabilidad en el futuro.
Entonces, ¿por qué muchas empresas siguen gestionando sus vuelos solo con azafatas y sin piloto? La respuesta suele radicar en la percepción del costo a corto plazo. Mientras que la asesoría contable parece una inversión básica, la asesoría estratégica a menudo se percibe como un lujo innecesario, cuando en realidad puede ser la diferencia entre un vuelo exitoso o una caída en picado.
Una visión empresarial completa
El desafío para cualquier empresa no es simplemente cumplir con las obligaciones administrativas o mantener en orden las cuentas. El verdadero reto es tener una visión estratégica que garantice su crecimiento y protección a largo plazo. Contratar a un experto en derecho financiero y legal es lo que permite a las empresas navegar en los mercados más turbulentos con confianza, preparándose para el futuro y maximizando sus oportunidades de éxito. Así, contar con ambos, la eficiencia administrativa y la estrategia experta, es el equilibrio perfecto para que cualquier negocio surque los cielos con éxito.
Pedro Fernández Manso
Experto en LSO, asesoría empresarial, derecho concursal y reestructuraciones
Abogado Colegiado ICAO 5531
Economista Colegiado CEA 1441